Continuamos con las andanzas de nuestros intrépidos reporteros, que en vista del laborioso día de ayer, viendo y analizando a los distintos equipos del grupo A, al que pertenecen las #Gladiadoras, y el B, donde están selecciones como Turquía o Italia.
En este día, nuestra pareja decide adentrarse en el fascinante mundo que es el otro lado del río Elba, donde, casualidades de la vida, se cruzan con especímenes autóctonos de tierras mediterráneas similares a las suyas y de las que reciben información, como que en esa ciudad allá por el 1992 una riada, anegó la ciudad enteramente , pero gracias a que la gran mayoría de los ciudadanos vivía en la colina, no tuvieron que pasar calamidades y no fue un suceso catastrófico.
Y después de eso, fueron al TESCO a comprar unas viandas para el domingo, día de descanso competitivo. Tras la compra, retomaron el camino de vuelta, para prepararse una vez más a la labor periodístico aficionada, con la vista puesta en el partido de las españolas, y el partido de la jornada, que sería el Turquía Italia que dirimiría qué equipo se clasificaría como primero del grupo B.
El partido entre otomanas y transalpinas no defraudo, intensidad, fuerza, y emoción hasta el último instante, con Italia teniendo bola para ganar el partido, pero no pudo llegar el balón a la revelación de este campeonato que no es otra que Zandalasini, al final fue Fornica quien lanzó y su tiro se quedó corto.
Al termino del día, llegó la noche, y las ganas voraces de descubrir de nuestros intrépidos viajeros, habidos de experiencias nuevas se fueron a un local nocturno de la ciudad llamado Nox, por favor, no confundir con el caso que «conmovió» a la realeza patria, ya que este no era muy fino a la par que señorial, si no un tanto oscuro y propio de gente bohemia y trasnochada… que tenía a disposición del cliente, incluso, barras al más puro estilo local de mancillada reputación, pero de que con alguna copa de más en el cuerpo, fue risa y sorna de algunas y algunos aprendices de bombero y exhibicionistas.
Mención especial merece destacar que tanto en el pabellón como en dicho local y en terrazas de restaurante o bares que hemos tenido el placer de apostar nuestras posaderas, como de degustar comida típica checa, rica en productos lácteos y verdura, pero escasa en harinas y hielo, que solo usaban en combinados con alta graduación alcohólica (al abstemio aquí le tienen que mirar raro), escuchamos éxitos tan antiguos para nosotros como la Macarena (la versión internacionalizada por los del Río), el Aserejé