Llevados todavía por ese #SueñoCompartido, llegamos a semifinales después de ganar a las canadienses de Thomaidis y Nurse, en una exhibición táctica, guionizada por Lucas Mondelo, Cesar Ruperez e Isa Sánchez, y técnica, ejecutada a la perfección por las #Gladiadoras, plasmado todo en un último cuarto para grabar, visualizar en entrenamientos y previas de partidos tanto de baloncesto femenino como de peludos.
Al otro lado de la cancha del Santiago Martín la Selección española se enfrentaría a otro bloque bien armado, pero muchísimo más sólido y de mayor calidad que el canadiense, las australianas de Brondello y Cambage.
Las Opal, que vienen de realizar un campeonato casi inmaculado, salvedad de cuartos donde el partido estaba decidido por un amplio margen, cedieron dichos parciales a rivales como Nigeria o Argentina, pero lo dicho, los partidos estaban decididos y ese parcial no haría que el rival pudiera remontar la renta conseguida de cuartos anteriores o arrebatarlas la victoria del partido.
En cambio las #Gladiadoras, después de vivir bajo la sombra de la especulación por su derrota in extremis ante las Gatas y así «evitar» a USA, del peso de la historia que ellas mismas estaban escribiendo como la mejor Selección española de baloncesto de todos los tiempos, de las jugadoras entre algodones que o todavía no estaban contando casi con minutos o no parecía que pudieran dar el 100% de su baloncesto, de las críticas por el escaso acierto en el tiro exterior, los errores interiores, y las pérdidas de balón durante el campeonato, iba a jugar por sexta vez consecutiva, desde Francia 2013, una semifinal de un acontecimiento internacional.
Como dijo a nuestro micro Marta Xargay «…callando bocas…» (entre las que se encuentra uno que suscribe, no me voy a esconder ahora ni me voy subir o bajar del carro) que tenía y tengo fé en las #Gladiadoras, pero pocas esperanzas en creer que pese a esa fe, las canadienses caerían en cuartos contra las hispanas, pero que bien sabe que te callen la boca así, con argumentos, con hecho, demostrando que no hay Biscottos, que la derrota contra Bélgica, a profesionales de este nivel, les toca mucho la moral por no decir palabras mas soeces o malsonantes.
Con esta Selección, y a los hechos me remito, se ha de ser como las virtudes teologales, tener fé en ellas, por que te demuestran que creen en si mismas, que nunca dan nada por perdido, que si hay posibilidad la van a hacer y que vas a estudiarse al rival… esperanza, de que van a seguir consiguiendo hacernos felices, que van a seguir copando nuevas metas, que nos van a seguir mal acostumbrando cual niños mimados,… y caridad, que pese a los haters, pese a los que aun adorándolas, debemos ser profesionales e indicar dónde está el debe de las #Gladiadoras, pues habrá momentos bajos, seguro que no siempre se podrá llegar a semifinales por sexta vez consecutiva, en algún momento se cerrará el grifo, se retiraran muchas de ellas, dejarán paso a otras, que quizá lo hagan igual o mejor, pero cuando pase, no sacar el cuchillo y ser un hater que se escuda en un perfil falso de twitter y que inunda las redes con Pasquines.
Y con esto no quiero decir que no haya haters, claro que no, como todo en la vida está el yin y el yang, y es bueno tener detractores, porque un hater de verdad (perfil con cara y ojos, que aporte datos o soluciones a problemas) esos deben ser bien recibidos y se debe discutir con ellos contraponiendo otros datos o argumentando soluciones tomadas, por poner un ejemplo, ahora ante Australia se puede jugar de dos maneras, ahogando al resto de las compañeras de Cambage y no dejando que fluya el juego por fuera, aunque la torre Opal anote 30 o 40 puntos, o al contrario, cerrando la defensa sobre la pívot Aussie, permitiendo que las exteriores australianas bombardear el aro de las #Gladiadoras.
Podrían ser dos métodos para defender a las Opal, que tendrán sus followers y sus hater, abriendo debate,argumentando en favor o en contra de una idea u otra, y no siendo solo lo que, entiendo, llamamos todos «hater de palo», que sólo está para meter mierda sin argumentar, aprovechando el momento bajo y diciendo que ellos lo decían o que esta lo realizado es la mayor de las pifias del mundo.
A mi me educaron con una máxima y es que trates de la misma manera que te gustaría ser tratado y a nadie le gusta que le metan mierda gratuitamente verdad, pues, por favor, si se ha de meter mierda que todo el mundo está en su derecho, que se meta pero con datos, con pruebas, no porque uno se crea como el anuncio un juego de mesa, que esto no sirve para nada porque no se hace lo que el o ella dice o quiere, y que todos entonces tengamos que asumir que su idea sea la idea que prevalezca.
El Sebas «Un Fichaje»
Imagen: scada de la cámara de mi móvil poslisfonico, chipirón!