La competición pasaba a tener otro formato, ya no cabían las especulaciones, ya solo dependía de un único partido, it is do or die, el todo o la nada, el seguir #Compartiendoun sueño o el olvidar la pesadilla, comenzaba el campeonato en su fase del K.O.
Y en el Quico Cabera empezaba con un duelo fratricida en cuanto a continentes, vivimos el duelo asiático, en el que se enfrentaron para abrir esta fase de octavos Japón vs China.
Dos selecciones con trayectorias similares en este #FIBAWWC 2018 las del gigante asiático con su estrella Xu Han a la cabeza y un meritorio segundo lugar en el grupo D, el de la todopoderosa maquinaria americana, y donde vencieron a la que será rival de las #Gladiadoras en esta fase, Senegal, fue de menos a mas para conseguir ganar a Letonia, y dio una más que buena imagen ante USA, se enfrentaba a Japón, Selección que le puso las cosas muy difíciles a España, que superó in extremis a la Bélgica de Messeman y Mestdagh y que no tuvo compasión con Puerto Rico.
El choque estuvo muy vivo por parte de ambos conjuntos, todo un corre calles como nos tiene acostumbrado el baloncesto asiático, lleno de verticalidad y de lanzamientos exteriores, las posesiones no duraban más de 10-15 segundos.
Las niponas, con Motohashi en plan arma letal, se adueñaron desde el santo entre dos de la manija del partido, distanciándose un poco en el marcador gracias a su efectividad en el tiro exterior, llevando siempre a remolque al país del sol naciente, que no cesaba en su empeño de mantenerse muy vivo en el partido con grandes combinaciones de su juego interior.
El partido al descanso mostraba claramente la dinámica del mismo, igualdad al máximo entre el campeón y sub-campeón del Asiabasket con un 46-44 . Las Selecciones imitadoras del Corre-caminos o Speedy González, donde las niponas basaban su juego en el tiro exterior y las chinas en su versátil juego interior.
En el tercer cuarto las entrenadas por Limin Xu aumentaron su intensidad defensiva, generando más incertidumbre en el ataque nipón, y haciendo que el entrenador norteamericano Tom Hovasse estuviera un tanto intranquilo y en contante movimiento, muy inusual en el preparador de la selección japonesa.
Jugadora a tener en cuenta, Sijing Huang, pieza clave en la victoria china en el derby asiático.
Esta intranquilidad precipitaba que muchos ataques japoneses se fuesen al limbo, y propiciar así que las chinas mantuvieran una leve pero constante ventaja que rondaba siempre los 5 puntos.
Al final del cuarto, emergieron otras figuras como Mengran Sun, que desde el banquillo fue un revulsivo y el «enlace sindical» que gestionó las combinaciones exterior-interior de las del sol naciente, que fueron poco a poco, como hormigas que trepan por el tronco de un árbol, aumentando su distancia hasta llevarla al doble dígito.
Ahora el turno de intensificar el juego corrió a cargo de las niponas, que se tiraron como kamicazes contra la canasta china, plagando su defensa de manos y empujones, lo cual recortó la ventaja volviendo a ponerla en bajos guarismos, pero fue una renta bien gestionada por las chinas y resultó suficiente para que el gigante asiático eliminase al nipón y pasase de ronda enfrentándose en cuartos de final a las Opal de Brondello.
China tiene más discurso, más argumento, y es un equipo con más peso que el nipón que en esta fase se ha dedicado a confiar en su tiro exterior dejando toda la responsabilidad dentro a Takada, que en el partido ante China llego con la alarma de la reserva parpadeando.
El duelo asiático se cerró con el resultado favorable a China por 87 a 81
Sergio Orozco
Imagen: FIBA